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Temazcalli

The temazcal is a steam bath that has been used extensively in Mesoamerica for millennia, for therapeutic, hygienic and ritual purposes. The word “temazcal“ comes from the Nahuatl temazcalli and means “steam house” (temaz - steam, calli - house). Heat, steam and sweat bring about a body purification well known to ancient cultures. In the tradition of the temazcal, this purification is not limited to the body but also encompasses the spiritual. The symbolism of the temazcal structure and oral tradition reflect the connection between body, spirit, and nature.

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El temazcal es un baño de vapor que se ha utilizado ampliamente en Mesoamérica durante milenios, con fines terapéuticos, higiénicos y rituales. La palabra “temazcal” proviene del náhuatl temazcalli y significa “casa de vapor” (temaz - vapor, calli - casa). El calor, el vapor y el sudor provocan una purificación corporal bien conocida en las culturas antiguas. En la tradición del temazcal, esta purificación no se limita al cuerpo sino que también abarca lo espiritual. El simbolismo de la estructura temazcal y la tradición oral reflejan la conexión entre cuerpo, espíritu y naturaleza.

 

En sí mismo, el temazcal representa la tierra que nos da vida y nos sostiene. Cuando uno entra al temazcal, se dice que está entrando al útero de la Madre Tierra y por eso el temazcal tiene forma de cúpula.

 

Por sus características curativas, es un método eficaz para estimular todos los órganos internos, limpiando nuestro cuerpo, sudando grandes cantidades de toxinas acumuladas por medicamentos o por nuestra propia dieta, ya que actualmente enfrentamos muchos problemas de contaminación. Estos son algunos de sus beneficios físicos:

El temazcal favorece la relajación del sistema muscular, ya que alivia las contracciones gracias a los efectos de la temperatura y los aceites volátiles de las plantas que se utilizan.

 

Mediante la alta temperatura y la ebullición del agua dulce se consigue un alto grado de movimiento en el sistema circulatorio, ayudando a corregir varices, úlceras varicosas, entumecimiento de manos y pies, presión arterial alta o baja y otros problemas circulatorios. .

 

Mejora el sistema inmunológico, ya que aumenta la producción de leucocitos (glóbulos blancos) en el organismo. Se ha observado que las personas que toman estos baños de sudor y que padecen enfermedades crónicas o recurrentes no sufren tanto los síntomas o, si se enferman, se recuperan con mayor facilidad.

 

Facilita la desintoxicación del organismo. En el temazcal, una persona puede desintoxicar todo lo necesario para depurar su cuerpo a través del sudor: ácido úrico, problemas de la piel (acné), quemar grasas e impurezas de la piel, curar la artritis, entre otros. Además, al sudar, se favorece el buen funcionamiento del riñón.

 

Estimula la regeneración de la piel. Las temperaturas del temazcal superan, en algunos casos, los 50 grados. Los poros se reactivan, lo que facilita la formación del manto ácido, vital para la protección de las infecciones cutáneas.

 

 

 

Limpia y descongestiona los canales nasales y paranasales. Los baños de vapor se utilizan para tratar la gripe, la bronquitis, el asma y la sinusitis. Debido al calor, se administra inhaloterapia, que ocurre con el vapor agregado al humo y los aceites de las plantas curativas depositados sobre las piedras durante la ceremonia. La limpieza de las vías respiratorias se produce automáticamente. También activa el riego de forma impresionante, haciéndolo siete veces mayor. Existe un aumento del flujo sanguíneo, que sumado a la expansión de los pulmones y bronquios facilita la expulsión de las toxinas acumuladas. Es posible aliviar en gran medida los casos de sinusitis, resfriados, asma, bronquitis, enfisema y otros problemas pulmonares.

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El temazcal produce un efecto relajante ideal para afrontar problemas como el estrés, el insomnio y la tensión nerviosa, todo ello sin producir reacciones adversas. Actúa a nivel psicológico, permitiendo una mejor comprensión de sus cuestiones emocionales y problemas personales.

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Cuando los españoles llegaron a América, buscaron eliminar esta práctica, considerándola de mal gusto e incluso demoníaca. Sin embargo, el temazcal se ha mantenido vivo gracias a los grupos nativos en México que han logrado conservarlo, por lo que hoy podemos compartirlo con el mundo y, mejor aún, seguir disfrutándolo para nuestra salud.

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